Caricias y abrazos. Inteligencia emocional

INTELIGENCIA EMOCIONAL. «Conozco lo que siento»

En las siguientes líneas, recojo ideas de varios autores. Sobre el beneficio de las caricias, los abrazos y el manejo de las emociones.

Y opino: Seríamos más ricas, las personas, más abundantes, si estudiáramos de forma transversal en el colegio, en el instituto, en la universidad, y en la vida, valores y crecimiento personal. Para sabernos, sentirnos y crecer.


 

Claude Steiner.

«Las caricias son tan necesarias como la comida o la bebida»

 Psicólogo , protagonista del Congreso Internacional de Inteligencia Emocional y Bienestar, en Zaragoza. Defiende la importancia de identificar y controlar las emociones para obtener efectos positivos de ellas.

Resumo parte de la entrevista publicada en aragondigital:

La inteligencia emocional está basada en la capacidad de entender nuestras propias emociones y las de otros. Eso significa no sólo identificar qué emoción sentimos en cada momento -rabia, amor, tristeza, miedo, alegría-, sino además conocer su intensidad y su causa, porque las emociones no son caprichosas, siempre tienen una razón. Una vez capaces de entender las emociones propias y también las ajenas a través de la empatía, es importante aprender a controlarlas de forma que tengan efectos positivos, incluso si son emociones negativas, para que nos beneficien no solo a nosotros mismos sino también a las personas a nuestro alrededor.

El apetito de caricias es igual que el de comida, lo tenemos y no lo podemos cambiar. Si no comes, vas a morir de hambre. Si no tienes bastantes caricias, te vas a deprimir e incluso puedes morir de depresión.

Educación emocional en la escuela

Los maestros pueden tener mucha influencia, en el sentido de que pueden enfatizar las emociones que tienen los niños y animarles a expresarlas. El problema es que si en casa reciben la educación contraria, no sirve de nada. Por eso hay que educar emocionalmente a los niños, pero también a los adultos.

El futuro de la inteligencia emocional

Cada vez hay un entorno más acogedor para permitir a las personas que expresen sus emociones, aunque sean difíciles, como la tristeza, el miedo o el amor, que también es una emoción muy difícil de expresar. Se va incrementando la facilidad y el permiso que damos a las personas para compartir emociones; estos es un síntoma muy positivo y creo que seguiremos por este camino.


José Antonio Serrano.

Musicoterapeuta.

El abrazo es beneficioso para todos. «Cuando abrazamos y nos abrazan todos los órganos de nuestro sistema se activan: el corazón, el cerebro, los sensores de nuestra piel y nuestro sistema endocrino. Este gesto nos beneficia con una energía extra y una sensación de paz y equilibrio«. Pero no es todo. Más que una palabra de aliento en momentos difíciles, al intercambiar abrazos en esas situaciones “las personas son más susceptibles a despertar al niño que llevan dentro”, sostiene Nos libera de preocupaciones y nos hace «disfrutar más las cosas».


Fina Sanz

«Los vínculos amorosos «

La autora es psicoterapeuta, sexóloga y pedagoga, además de fundadora del Instituto de Terapia de Reencuentro de Valencia.

Todas las personas necesitamos amar, ser amadas, sentir y expresar nuestra capacidad amorosa, vincularnos, sentir conexión con las personas y las cosas, y reconocimiento.

Buscando la completud, partiendo de nuestra individualidad. «Para ser dos juntos, saber ser uno, sentirse uno»

Fusión (F) y separación (S) son dos conceptos que ayudan a comprender muchos otros aspectos que intervienen en el proceso amoroso: el espacio personal (EP), la distancia, el enamoramiento, el miedo al compromiso, el guión de vida…

Muchos de nuestros comportamientos a lo largo de todo nuestro proceso evolutivo parecen buscar, entre otras cosas, ese deseo de fusionalidad que seguramente se remonta a la experiencia intrauterina de unión con la madre.  Un beso, un abrazo, una caricia, una mirada de aceptación, pueden responder también al deseo de fusionalidad.  Y ese nexo sutil de unión o contacto puede vivirse con las personas, y también con los animales o con la naturaleza.

Aprender a amar, a vincularse desde la autonomía individual es el reto que creo que tenemos que abordar como profesionales de la Salud y la Educación, pero también como personas que queremos replanteamos otra forma de amar desde nuestras propias vidas.


«Abrázate, pues»

abrazar

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